jueves, 10 de marzo de 2011

Cuando Rubalcaba se resfría...

El pasado 6 de marzo Alfredo Pérez Rubalcaba acudió al hospital Gregorio Marañón para tratarse de una fiebre muy alta, posiblemente derivada de un fuerte catarro. Unas horas más tarde era ingresado en la UCI. El diagnóstico: "un cuadro febril secundario a infección urinaria".

El secretismo con la que el Gobierno español está manejando este asunto recuerda a la opaca estrategia llevada a cabo por el Ejecutivo para dar a conocer quién será el próximo candidato de los socialistas para las próximas elecciones.

El número dos del gobierno es el político mejor valorado en el último sondeo del CIS, con una puntuación media de 5,35, muy por encima del 3,25 obtenido por el líder de la oposición, Mariano Rajoy y el 3,30 alcanzado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en el mes de enero de 2011.


Este doctor en Ciencias Químicas lleva casi media vida dedicado a la política y se introdujo en ella a través del Ministerio de Educación: en 1988 alcanzó el puesto de secretario de Estado de Educación y en 1992 es designado como nuevo ministro de Educación y Ciencia. Un año más tarde, Felipe González le asciende como ministro de la Presidencia.

La carrera política de este polifacético político es de lo más completa y a su meteórica carrera política desempeñada en la cartera de educación hay que sumarle los siguientes altos cargos: ha sido diputado de las Cortes Generales por Toledo, Madrid, Cantabria y diputado por Cádiz en las elecciones de 2008. Sin embargo, su máximo reconocimiento le ha venido de la mano del actual presidente del Gobierno. Zapatero le encomienda el timón del Ministerio de Interior y en 2010 le triplica su confianza sumándole a su cargo la vicepresidencia primera y la portavocía del Gobierno.

Si bien Rubalcaba no es el minitro más longevo, sí que sería uno de los candidatos a ocupar la presidencia española con más años a sus espaldas. Rubalcaba es designado por muchos analistas políticos como el próximo sucesor de Zapatero configurándose como "arma secreta" de la izquierda para invertir los pésimos resultados que las últimas encuestas sobre intención de voto les dan. Por eso cuando Rubalcaba se resfría....









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